Con un show apoyado en sus canciones más populares, el encendido público y una decena de bailarines con ropa fluorescente, los Black Eyed Peas rompieron anoche la monotonía de las versiones anteriores del show del medio tiempo del Super Bowl, marcada por rockeros clásicos que no terminaban de prender al público (The Who el 2010 es el principal ejemplo).
Luego que unos 400 trabajadores armaran en apenas siete minutos el escenario, una vez terminado el primer tiempo del Super Bowl XLV, la final del fútbol americano, llegó el turno del cuarteto, que desde el comienzo destacó por sus llamativos atuendos negros y plateado que brillaban en la oscuridad. Abrieron con su tradicional I got a Feeling para pasar rápidamente a Boom boom pow, canción que ha sido utilizada por varios equipos de la NFL en sus videos promocionales. Le siguió el primer invitado de la noche, el guitarrista Slash para interpretar con Fergie el clásico de Guns N' Roses Sweet child o' mine. will.i.am hizo lo mismo con Usher, para interpretar el sencillo OMG.
con el tema Where is the love?, cuando los 100 mil espectadores presentes en el Cowboys Stadium de Dallas encendieron linternas fluorescentes para acompañar la coreografía que una decena de bailarines, ataviados con ropa igual de brillante, protagonizaban en el escenario junto al grupo, que a esa altura, era mera comparsa del espectáculo que se veía en las tribunas.
The time (dirty beat), Black Eyed Peas cerró su participación de 15 minutos nuevamente interpretando I gotta feeling.
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