La luna que hemos
visto toda la vida, no es la misma de hace billones de años.
La Luna no siempre ha sido el mundo aparentemente sereno y
apacible que vemos hoy. Si bien los cráteres y otras formaciones parecen ser
permanentes, el satélite natural de la Tierra no siempre ha sido tal cual la
vemos. En realidad, su historia ha estado marcada por grandes explosiones y
colisiones de meteoritos.
A pesar de ser el objeto más brillante en el cielo después
del Sol, su superficie es en realidad muy oscura, con una reflexión similar a
la del carbón. En cuanto a su influencia gravitatoria, la Luna produce las
corrientes marinas, las mareas y el aumento de la duración del día
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