domingo, 21 de noviembre de 2010

Carta a Freddy Beras-Goico

Estimado amigo y hermano: Es muy difícil poder hilvanar ideas claras en este momento tan difícil para todos nosotros, para todos los que te admirábamos, para todos los que fuimos tus discípulos en la televisión, en la vocación de servicio y en la entrega firme y consecuente al Señor. Eres y serás siempre un hombre excepcional, fuera de serie. Desde los primeros momentos de tu vida como adulto asumiste un compromiso con tu patria, con los mejores intereses de tu nación. Enfrentaste el trujillato, defendiste el gobierno de Juan Bosch, tomaste las armas en 1965 para defender la constitucionalidad cercenada y para hacerle frente a la ignominia de una intervención militar que torció el rumbo de la historia dominicana. Luego, tomaste la trinchera de la televisión y del humor y sembraste cátedras de cómo ser útil socialmente sin perder el sentido de la realidad. Nos ensenaste a hacer buenas producciones para que la gente se entretuviera y aprendiera muchas cosas. Hiciste un humor con criterio, con visión, con criticidad, con sentido de la realidad y con un profundo compromiso para cambiar las cosas. Nunca tuviste temor para asumir el papel que tenias que asumir. Para denunciar lo que había que denunciar. Para enfrentar a quien había que enfrentar. Tu voz era una trinchera de honor y de compromiso. Tu voz era una alerta permanente en contra de las cosas malas. Y así como denunciabas sin temor lo que entendías no era correcto, también tenias la gran humildad y nobleza de reconocer que en algunos momentos te equivocaste. Y siempre supiste pedir perdón.

Tu gran legado para todos nosotros y las futuras generaciones de dominicanos fue tu integridad y tu profunda vocación de servir a los demás. Miles de niños, ancianos, jóvenes, madres, en fin, miles de dominicanos le deben su vida a esa vocación de servicio que siempre te acompañó. Y estoy convencido de que fue ese espíritu de servicio que te llevo a asumir a Jesús como Señor y Salvador, lo cual le dio una nueva dimensión a tu vida. La Biblia dice que “es mejor dar que recibir” y esa fue la norma de tu vida. Y hoy que partiste para estar a los pies del Padre, ese legado se acrecienta y se multiplica en todos nosotros. Sé muy bien que el Señor te recibirá con una gran sonrisa, como las tantas que tus nos diste y provocaste en nosotros. 

Y sé que, a pesar del dolor, nuestro Dios grande y poderoso le dará consuelo, amor y sonrisas a Pilar, a todos tus hijos e hijas y a toda tu familia. Y te prometo, hermano, amigo, maestro y ejemplo, que nunca tu sonrisa dejara de iluminar mis sueños, nuestros sueños. 


Hasta siempre, hermano.

Economista y Comunicador residente en la ciudad de santo Domingo

Fotos de la Cuenta de Flickr de: Imagenes Dominicanas (Reynaldo Brito)  

1 comentario:

Comentar hace bien y nos incentiva a seguir ampliando nuestros conocimientos